lunes, 10 de agosto de 2009

El Diletante. A voz en grito



El macho cabrío


Paseaba con amigos por pueblos castellanos (puebleábamos, como dicen los mexicanos), deteniendo el tiempo en fondas y paradores, cuando un hombre grande con cara de chivo, llevando atado con una correa negra a un enorme macho cabrío, se me acercó. Mientras el cara de chivo, inmóvil, me observaba, el cabrón, sonriendo, comenzó a mordisquearme con su fuerte dentadura. La violencia de la escena no estaba exenta de un manto de abyección. Lleno de repugnancia y dolor por las dentelladas del macho logré escabullirme hasta llegar a mis compañeros, que comentaban la rareza de lo sucedido. Poco después el carachivo se tumbó boca abajo en el suelo; inmediatamente el macho cabrío se abalanzó sobre él ejecutando torpes movimientos sobre las espaldas del hombre hasta que éste volvió la cabeza y lo besó en la boca.

El Diletante



2 comentarios:

Alosia dijo...

¡Que desagradable! espeero que haya sido una pesadilla.
Saludos.Alosia

Paloma dijo...

jajaajajaja... Desagradable escena, no exenta de comicidad.

Saludos.