–Oye, Fran, se gana mucha pasta ¿no?
–Sí, mucha pasta.
Y sin añadir una palabra más dio una voltereta hacia atrás y con el impulso, de un salto, se quedó en equilibrio sobre el alambre. Su amigo levantó la mano a modo de saludo y se fue. Su trabajo solo estaba a diez minutos. Mientras ascendía lentamente, sentado sobre una viga metálica, viendo como se alejaba el suelo y los objetos disminuían de tamaño, pensaba en su amigo Fran; todo un tipo, jugándose la vida en el circo para llevar el sustento a su familia. Se lo imaginaba haciendo piruetas en el cable: él nunca se jugaría la vida de aquel modo, aunque tuviera que pasar estrecheces. Seguro que su esposa vivía más tranquila, sin la zozobra de esperar en cualquier momento que el sufriera un fatídico accidente. Sonreía reflexionando en lo difícil que resulta ganarse la vida para algunos, mientras caminaba con soltura por la estructura metálica, a doscientos veinte metros del suelo.
domingo, 30 de diciembre de 2007
El riesgo es un misterio
Jesús Muñiz González (Finalista Certamen El Basar 2007)
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