lunes, 30 de noviembre de 2009

El Diletante. A voz en grito



El fuego

Contemplo el fuego. Es un extraño animal devorador. Su embrión son pequeñas partículas incandescentes, de color amarillo o rojo según su temperatura, de vida muy breve. La mayoría mueren convirtiéndose en humo negro. Algunas de las que logran sobrevivir se convierten en pequeñas llamitas que aletean fugazmente; otras, las menos, están bien constituidas y no se conforman con morir sin luchar. Cuando el fuego es pequeño se muestra tímido, cohibido, antojadizo, vulnerable. Según va creciendo, su carácter se fortalece. Aprende de sus errores. Primero ataca a todo por igual; pronto se da cuenta de que hay bocados demasiados duros de roer, por lo que opta por ir acariciando las piezas más débiles hasta lograr hincarles el diente. Luego se va envalentonando, artero y taimado prueba con enemigos más poderosos. Aprovecha las hendiduras para ir introduciéndose subrepticiamente hacia lugares más favorables. Su estrategia caótica logra convertir sus fracasos de aquí en triunfos allá. Poco a poco consigue hacerse dueño y señor de su territorio.
Agradece el alimento de un montón de cuartillas garabateadas. Cuando se han consumido, le ofrendo el manuscrito de mi primera novela, autobiográfica y calamitosa. Tal vez sea la única manera de que mis escritos den calor a los corazones; estupidez mayúscula, recapacito: el poder calorífico del papel es el mismo emborronado o no. Entonces comienza la danza orgiástica de sus lenguas, amarillas, rojas, azules. El núcleo compacto devora a la máxima velocidad, mientras la periferia va preparando el camino de su expansión. De vez en cuando una lengua puntiaguda, aislada, aparece fuera de la periferia, solitaria, estremecedora, previendo su muerte violenta. En su vejez se convierte en rojiza brasa, en negro carbón y luego mansamente en ceniza blanca.

El Diletante

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Lectura poética en Alcalá de Henares

Yolanda Sáenz de Tejada y Fernando Alonso Barahona leen poemas en Alcalá de Henares en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres



lunes, 23 de noviembre de 2009

El Diletante. A voz en grito


Niebla


Amaneció con una niebla densa, masticable, cercana a una “nebbia” veneciana. Lenta y tenazmente fue introduciéndose en mi alma hasta transformarla en una sustancia gelatinosa. Sólo quedaba la cercanía, y poco a poco también se esfumaron los detalles. Interponiéndose al mundo exterior la niebla se fue trocando en mi límite, haciendo desaparecer el fenómeno; en un primer momento supuse que eso acrecentaría el noúmeno pero, una vez más me equivoqué, este también tendía a desaparecer. A mí me ocurría lo mismo, mi esencia adelgazaba hasta quedarse sin concentrado, convertida en puro lixiviado.
Gracias a Dios, Carmen también se había esfumado.

El Diletante


sábado, 21 de noviembre de 2009

Lola Sánchez Lázaro, seleccionada en el Certamen Microrrelatos Abogados mes de noviembre


Consecuencias

Lola Sánchez Lázaro-Carrasco

(Seleccionada Certamen Microrrelatos de Abogados -noviembre 2009-)


El espejo le devolvió la imagen de un espectro. La noche pasaba factura...; aunque mereció la pena. Nunca ninguna mujer le propuso la última copa en el cementerio. Tuvo su morbo saltar la tapia, retozar entre lápidas, esquivar al guarda y la multa consiguiente. Inmerso en su papel de juez, repasaba mentalmente el caso de malversación de fondos. ¡Y qué fondos! Importantes personajes en una trama cuyos tentáculos rozaban la cúspide del poder. Una voz familiar le sacó de su ensimismamiento. Atónito, se preguntó que haría ella allí. -Hola, querido. ¿Os conocéis, no? Es mi hermano. -Pero si está imputado...-acertó a balbucear. -Lo sé, lo sé. Y además es un brillante fotógrafo. Mira lo que consiguió anoche. ¡Y en un cementerio! En fin, no sé si en estas circunstancias tendrás jurisdicción. O quizás sí...

lunes, 16 de noviembre de 2009

El Diletante. A voz en grito


Pato a la pekinesa

Para festejar mi cumpleaños convide a comer a mi pareja a un restaurante asiático. El local era moderno, limpio y acogedor y el menú no llegaba a los diez euros, como en la mayoría de las grasientas tascas de los alrededores. Como a las mujeres nos encantan esos pequeños detalles como las toallitas calientes y las magnificas sonrisas de los sirvientes, todos asiáticos, comencé a relajarme y a disfrutar de mi buena elección aún a sabiendas que Roberto goza más con la contundente comida ibérica. Todo iba divinamente, en un crescendo que fue coronado por el pato a la pekinesa. El pato era suntuoso, exquisito, extraordinario, alcanzando en el paladar melosidades complejas, impensables en un modesto restaurante como aquel. Hacia tiempo que no disfrutaba tanto con un almuerzo; aunque Roberto no daba muestras de apreciar las bondades ni del local, ni de la comida.
A los postres me entregó un paquetito, que nerviosamente desenvolví; contenía un fular, al verlo sólo pensé en cómo deshacerme de el.
Finalizada la ceremonia solicité la cuenta, que como es mi costumbre repasé. Advertí a la camarera que habían cargado una bebida de más, lo que esta refutó en su media lengua. Aducía con vehemencia algo incomprensible y yo, ya nerviosa, repetía una vez más mi razonamiento. Poco a poco se fue organizando un galimatías horrible donde, excepto Roberto, todo el mundo se creía en el derecho de intervenir.Salí del local en el convencimiento de haber profundizado un grado más en el pozo de mi soledad.

El Diletante


viernes, 13 de noviembre de 2009

Presentación en Benalmádena de la novela LOS VALLES OLVIDADOS, de Lola Buendía



Ramón Alcaraz


Este martes 10 de noviembre de 2009 presenté en la Biblioteca de Arroyo de la Miel la novela Los Valles Olvidados, de Lola Buendía (premiada y editada por la Diputación de Jaén). En ella dije que me sentía privilegiado de estar allí y porque mi prólogo aparece en el libro; y que también me siento un privilegiado por poder ser testigo del desarrollo de una obra, desde que es una idea hasta que por fin la podemos ver y "tocar" transformada en páginas. Las ideas no son nada si no las trabajamos, no pueden salir de nuestros pensamientos. Y para que ello ocurra es necesario sentarse a escribir cada día, y en el caso de una novela es necesario cada día avanzar y solucionar inconvenientes, dificultades, bloqueos...; incluso solventar el desánimo que a veces nos hace pensar que es muy complicado que una novela (y más una primera novela) llegue a alguna parte, si va a ser buena, si gustará, si tendrá calidad...

Allí dije que si tuviera que dar un solo consejo para escribir, ese es que disfrutéis escribiendo y que os olvidéis de todo lo demás. Ya sé que es fácil decirlo, que a veces se pasa bien y otras mal, que escribir no es fácil para nadie. Sí, para nadie, tampoco para los grandes nombres de la literatura, que no se diferencian en nada de los demás en el momento de sentarse frente al papel y pasar también horas, días y meses para acabar una obra. Por eso, antes de que le dieran este premio a Lola y antes de que haya publicado, para mí ya había ganado un premio muy especial: el de no rendirse y continuar hasta colocar el punto final. Es una alegría que he podido disfrutar personalmete, para mí la mayor alegría porque aquellas ideas ya "existen" físicamente, en forma de letras y páginas. Y es entonces cuando inician el camino que las podrá llevar a ganar un premio, a publicar, a que los demás lean lo que hemos escrito...
Quiero decir que me siento orgulloso del trabajo de Lola y de su logro, igual que me enorgullezco de todos y cada uno de los poemas, textos, relatos y novelas que escriben mis alumnos, que con ilusión y constancia son capaces de cumplir sus sueños. No olvidéis que ya el hecho de escribir, de crear, de pasar el tiempo haciendo algo que nos gusta es un regalo maravilloso.

Los que estéis interesados en tener un ejemplar de Los Valles Olvidados podéis contactar con la autora a través de su blog:
http://bajomiolivo.blogspot.com/

Copio el prólogo de la novela, que leí en la presentación:


“Los Valles Olvidados”, de Lola Buendía
por Ramón Alcaraz

“Los valles olvidados” es una novela de viajes y metáforas. La misma vida es un viaje que a bordo del presente nos lleva desde el pasado hacia el futuro, ese horizonte inalcanzable donde en realidad siempre estamos.

Pero para emprender grandes peregrinajes no es necesario recorrer enormes distancias; Lola Buendía inicia esta andadura de su primera novela con un viaje al crecimiento personal, el de unos “aventureros” en su propia tierra, ahondando entre sus raíces para llevar la educación a lugares anclados en el tiempo; que paradójicamente están a tiro de piedra.
Así se crea en esta obra un interesante contraste entre el pasado y el futuro, donde se enfrentan progreso y tradiciones, la modernidad, el mundo rural y las diversas formas de entender la cultura, la sociedad, el amor, la existencia...

En ese punto de encuentro es donde convergen multitud de historias: algunas curiosas, otras tristes, alegres, divertidas, tiernas, trágicas, poéticas...; todas humanas, emotivas, que nos permiten conocer más sobre una época donde pasado y futuro comenzaron a desplazarse a ritmos diferentes, un anacronismo tan sorprendente como enriquecedor. A unos les permitió avanzar hacia adelante, empujados por ese progreso que tarde o temprano llegaría a los rincones más recónditos; a otros les sirvió para no olvidar de dónde procedemos, la importancia de la naturaleza, de nuestros orígenes, de entender que el mundo lo conocemos como la evolución de pequeños pasos que se cruzan e interactúan para llegar a lo que ahora todos somos.

Con “Los valles olvidados”, Lola Buendía es profeta en Jaén, su tierra; una escritora curiosa y esforzada, enraizada firmemente en lo suyo y al mismo tiempo abierta a lo novedoso. Una obra con una estructura narrativa original, que nos lleva de la mano de unos personajes entrañables, en un homenaje a quienes supieron aprender para enseñar, renunciar para crecer, dar para recibir. Igual que la misma tierra, que tras el buen trabajo y la paciente espera nos devuelve generosa sus dones.



Foto de Mercedes Martín Alfaya





Foto de Jesús González para Archivo FeM

Foto de Mercedes Martín Alfaya

lunes, 9 de noviembre de 2009

El diletante. A voz en grito




Ding-an-sich



El término Ding-an-sich kantiano, que no significa digan sí, que significa la cosa en sí, es escatológicamente escatológico. ¿Pendejada pedante?




El Diletante



viernes, 6 de noviembre de 2009

Toni Giménez presenta dos espacios de literatura en la Radio y Televisión de Valencia



Una noticia que nos alegra doblemente, en esta actualidad donde la apuesta por la cultura es un bien tan escaso en los medios de comunicación.

Lápiz y tinta:

Cada Martes en Tele 7 Comunidad Valenciana sobre las 22:30 horas puedes ver la sección "Lápiz y tinta": la voz de gente con una visión diferente de la vida a la pequeña pantalla. Escritores de todo tipo y personas que, generalmente, tienen muchas cosas interesantes que contarnos.

Puedes ver aquí los vídeos de los programas de octubre:

http://blogs.myspace.com/index.cfm?fuseaction=blog.view&friendId=323028968&blogId=513331211

http://blogs.myspace.com/index.cfm?fuseaction=blog.view&friendId=323028968&blogId=514768868


La Calle de los libros:

Los martes a las 13:00 en radio Onda Cero Sagunto de Valencia.

La calle de los libros es un regalo. Una calle perdida en los escondrijos de la memoria y la imaginación. Donde todos los escritores encuentran su casa, porque todos tienen una en ella. Donde hay una vieja librería, una cafetería para reunirnos y hablar de literatura con todo aquel al que le apetezca… y un taller de libros donde aprenderemos de los artesanos y maestros de la palabra… ¿Vienes conmigo a la calle de los libros?

Escucha el primer programa:

http://www.espaciopodcast.com/podcast/1361



Y el blog de Toni Giménez: http://www.myspace.com/atmanproject

jueves, 5 de noviembre de 2009

Celia Álvarez Fresno participa en las Jornadas de Literatura de Pravia

Puedes ver aquí el programa completo en pdf:

IX Jornadas de Literatura
IX Xornaes de Lliteratura
Pravia 2009
3-7 noviembre / payares Biblioteca Pública Antón de la Braña http://www.escritoresdeasturias.es/


Día 7. 13:30 Celia Álvarez Fresno: Mi andadura en el mundo literario

20:30 Espectáculo literario-musical / Espectáculu lliterariu-musical Músico: Pablo Valdés Presenta: Manolo Abad Intervienen: Francisco Álvarez Velasco, Aurora García Rivas, Esther García, Rubén Rodríguez, Alejandro Cuesta, Santiago Bertault, Pelayo Fueyo, José Luis Espina, Julio Rodríguez, Sandra Suárez, Celia Álvarez, Ernesto Colsa
Lugar / Llugar: Auditorio de la Casa de Cultura

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Belén Solesio, finalista en el Certamen Microrrelatos Abogados mes de octubre



En el límite
Belén Solesio López-Bosch
(Seleccionada Certamen Microrrelatos de Abogados -octubre 2009)

Ha recibido una carta anunciándole una subida brutal de los impuestos municipales. Mira desesperada su abultado vientre. Ya está de más de siete meses, hace mucho que se le pasó el plazo para abortar. Una compañera, que conoce su situación desesperada, le ha hablado de un ginecólogo poco escrupuloso que, habiendo dinero de por medio, es capaz de cualquier cosa. Piensa en esto mientras, distraída, retuerce entre sus manos otro de los panfletos que últimamente aparecen en su buzón. Al parecer el resto del vecindario también los ha recibido; desde hace unos meses nadie la saluda en el ascensor. Se dirige hacia el baño, coge un bote de somníferos y se queda mirándolo fijamente. Sería tan fácil descansar... De repente levanta la vista y el espejo le devuelve su mirada. Con resolución vuelve a guardar el bote en el armario. Algún día su hija se sentirá orgullosa de su madre.

lunes, 2 de noviembre de 2009

El diletante. A voz en grito

La primera elección


Aunque ya no llueve y ha salido el sol, siguen cayendo gotas de las hojas de los árboles. Huele a primavera, igual que aquella lejana mañana en la que me dirigía al colegio dándole vueltas en la cabeza al problema, parecía dos multiplicaciones y una división, cuya solución no era evidente. Debería entregar la solución, sin excusa, al llegar a clase.
Andaba rápido y cabizbajo, tenia el tiempo justo, cuando de repente todo mi campo de visión se llenó con medio cuerpo, desde la cintura hasta los pies, de una señora que marchaba delante de mí. Llevaba un amplio cinturón negro, una falda gris, ceñida al cuerpo, que le llegaba un palmo más abajo de la rodilla y unos zapatos negros de tacón alto. Caminaba con soltura, con un dulce balanceo sugestivo, hipnotizador. No sé por qué, pero casi me detuve en seco, tal vez para tomar perspectiva de mi visión.
Aunque solo la veía de espaldas, era alta, bien proporcionada, castaña, y tendría sobre los treinta años. Continué cinco metros detrás de ella, a su misma velocidad. Nunca había visto nada igual o por lo menos era la primera vez en mi vida que tomaba conciencia de cosas parecidas. Iba absorto en aquel contoneo; la preocupación con el problema había desaparecido.
Después de un par de minutos de marcha, comencé a notar un suceso inédito, desconocido por mí: una inflamación en los bajos. La sensación era doble: de una parte un cosquilleo agradable, como un sentimiento de fuerza y poderío y de otra una dolorida hinchazón preocupante, un problema, que tal vez, debería consultar con mi padre.
Así, seguimos bajando la calle; me olvidé de torcer a la izquierda para ir al colegio, y del tiempo, sí, del tiempo también me olvidé. La turgencia no cedía, pero a lo mejor las cosas eran así y yo lo ignoraba, cosas sin importancia, vaya usted a saber. Durante veinte minutos, más o menos, continué siguiéndola hasta que entró en una peluquería de señoras. Regresé sobre mis pasos y milagrosamente la prominencia desapareció.
A mi mente retornó el problema inconcluso, la tardanza en la llegada al aula, y la elección entre contarle el suceso a mi padre o no, no fuese a tratarse de una enfermedad. ¡A lo mejor era una tontería, poco más que dos multiplicaciones y una división!
En la puerta de la escuela una madre con un magnífico busto despedía a su hijo, y otra vez se me encabritó la cosa. Decidí no decirle nada a mi padre.

El Diletante