lunes, 20 de julio de 2009

A voz en grito



Mi cuerpo desnudo calienta...
Mi cuerpo desnudo calienta el hueco entre las sábanas de la cama, encajado entre ellas, formando un amnios del que solo saco la cabeza. Cabeza que debe mantenerse debidamente elevada para evitar el reflujo provocado por la hernia de hiato. Sensación de placentero bienestar. Debería sacar una mano, o las dos, para plasmar el interesante sueño del que acabo de despertar, pero soy incapaz de realizar el más mínimo movimiento. A cambio intento fijarlo en la memoria para su posterior explotación, pero se deshilacha como una vieja venda. Recupero algunas hebras carentes de sentido real o soñado. ¡Qué le vamos a hacer!, pero yo de aquí no me muevo.
El Diletante

1 comentario:

Ana dijo...

Muy bien escrito...
Un saludo.