Los "regularhechores"
No existen los “regularhechores”.
Hay bienhechores, pocos, y malhechores, muchos; pero la mayoría de la gente somos “regularhechores”, esos que no existimos para la real academia de la lengua, y que en verdad no somos ni "pichí" ni “pichá”. Y si no hay palabra no hay vida.
Claro que a lo largo de la existencia, y según la música que nos toque bailar, podemos convertirnos circunstancialmente en bienhechores o malhechores; aunque volveremos a nuestro estado original de “regularhechores” en cuanto cesen las fuerzas causantes del cambio, debido a nuestra enorme resiliencia. Por todo ello, humildemente, y con el debido respeto, solicitamos la pronta aceptación del palabro por la academia de la lengua.
Hay bienhechores, pocos, y malhechores, muchos; pero la mayoría de la gente somos “regularhechores”, esos que no existimos para la real academia de la lengua, y que en verdad no somos ni "pichí" ni “pichá”. Y si no hay palabra no hay vida.
Claro que a lo largo de la existencia, y según la música que nos toque bailar, podemos convertirnos circunstancialmente en bienhechores o malhechores; aunque volveremos a nuestro estado original de “regularhechores” en cuanto cesen las fuerzas causantes del cambio, debido a nuestra enorme resiliencia. Por todo ello, humildemente, y con el debido respeto, solicitamos la pronta aceptación del palabro por la academia de la lengua.
El Diletante
1 comentario:
Un texto muy bueno y simpático.
Saludos.
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