Parches
Mercedes Martín Alfaya
Me han regalado un ratoncito que se llama “Parches”, y duerme conmigo.
Dice la tita Vero que los ratones se cogen por el rabo, se abre la otra manita y con mucho cuidado se colocan encima para no lastimarlos.
A Marcos le gusta mucho mi ratón. Y me ha dicho que si se lo presto me enseña a comerme las uñas. Las uñas se aprietan con los dientes y se tira así; pero luego te duelen los dedos y ya no las encuentras, porque las uñas se muerden y se escupen.
Mamá dice que los Reyes no le traen juguetes a los niños sin uñas y que, igual el mes que viene, en vez de un órgano con asiento, un tobogán bajito, un perrito con maletín, una casa de muñecas y los patines, me dejan un saco de carbón. Yo todavía no sé lo que es el carbón, aunque no me gusta la palabra; hay otras palabras que no me gustan, como por ejemplo “bigote”.
Ayer, me llevé a Parches al colegio y estuve jugando con él en el recreo. Lo lavé en la fuente y le hice una cama con las hojas que se caen de los árboles; había muchas en el patio. Cuando la profe sopló el silbato para irnos a la fila, no le hice caso, por eso me quitó el ratón, le sacó las pilas y se lo guardó en el bolsillo.
Le voy a decir a la profe que si me devuelve a Parches le enseño a comerse las uñas.
Dice la tita Vero que los ratones se cogen por el rabo, se abre la otra manita y con mucho cuidado se colocan encima para no lastimarlos.
A Marcos le gusta mucho mi ratón. Y me ha dicho que si se lo presto me enseña a comerme las uñas. Las uñas se aprietan con los dientes y se tira así; pero luego te duelen los dedos y ya no las encuentras, porque las uñas se muerden y se escupen.
Mamá dice que los Reyes no le traen juguetes a los niños sin uñas y que, igual el mes que viene, en vez de un órgano con asiento, un tobogán bajito, un perrito con maletín, una casa de muñecas y los patines, me dejan un saco de carbón. Yo todavía no sé lo que es el carbón, aunque no me gusta la palabra; hay otras palabras que no me gustan, como por ejemplo “bigote”.
Ayer, me llevé a Parches al colegio y estuve jugando con él en el recreo. Lo lavé en la fuente y le hice una cama con las hojas que se caen de los árboles; había muchas en el patio. Cuando la profe sopló el silbato para irnos a la fila, no le hice caso, por eso me quitó el ratón, le sacó las pilas y se lo guardó en el bolsillo.
Le voy a decir a la profe que si me devuelve a Parches le enseño a comerse las uñas.
7 comentarios:
Hola, profe:
Quería darte las gracias por todos estos premios y menciones con los que vamos enriqueciendo el blog del Desván. Porque nada de esto sería posible sin tus acertadas indicaciones, tu profesionalidad, cariño y trabajo.
Aprovecho para comentaros que he puesto mi blog en "cuarentena", a ver si me centro en otros proyectos que tengo pendientes y que me ocupan mucho tiempo. A pesar de que dice que mi blog sólo acepta lectores invitados, la verdad es que no voy a incluir ninguna entrada ni compartir nada. Esto es sólo una forma de "aparcar" el blog sin perder la información que tengo acumulada.
Desde aquí, mando un abrazo a los compis y amigos blogueros a los que seguiré de cerca cuando el tiempo me lo permita.
Muchas gracias por todo y ya nos veremos.
Besos 3´14 16
Mercedes del alma, bella y refrescante inmersión en el mundo infantil, delicioso relato, felicidades amiga, te mereces ser finalista por lo menos.
Uf, me sacas un peso de encima con la aclaración, la verdad es que he intentado entrar en tu blog y me sale eso de que solo acepta invitados, ayyyy, el corazón me dio un vuelco, me puse triste. Mercedes, desde aquí te digo que al leer tu magnífica entrada "mala", me divertí por el estilo y por el contenido, pero con el AY por lo que ininuabas, por suerte tú misma aclaraste que era un ejercício de estilo, pues te quedó de maravilla, sinceramente.
Advierto que estás algo cansada, lo comprendo, ya lo creo, nos pasa por las razones que sean o todas juntas. Tómate el tiempo que quieras, "aparca" y a relajarse, conviene muchooo de vez en cuando. Centrate en esos proyectos, cuídate mucho. Pero no nos abandones, amiga, te esperaremos lo que haga falta. Bsitoooos muy cariñosos, guapa, míos y del nene.
Mercedes ¡Vaya sorpresa! veo que contigo también compartiré libro. El relato es precioso con ese tono tan peculiar con que escribes esos cuentos infantiles.
Felicidades
Un beso
Mercedes, tienes un don especial para ponerte en el pellejo de un niño. ¡Enhorabuena!
Natalia
Gracias por tus palabras, guapa. Con respecto al blog, la verdad es que no hay que darle muchas vueltas. Yo me subo y me bajo del blog cuando me parece. Y así es como deberíamos actuar en la vida
(siempre que no hagamos daño a nadie...). Lo que sí tenía claro es que las personas se merecen una explicación; sobre todo las que te siguen de forma incondicional y te demuestran su cariño.
Un abrazo al Quinto y otropati.
Carmen
Un honor compartir libro contigo. Ya sabes, estaremos cerquita, y entre hoja y hoja, podremos conversar. Que me gusta habar contigo.
Besillos con pincel (que eres una artista).
Maribel
Muchas gracias. Los niños son mi debilidad, será por eso...
Besos con piruleta.
Felicidades, Mercedes, me alegro mucho por ti.
Esto ya son palabras mayores..., casi el taller al completo habéis sido finalistas; a este ritmo nos vamos a por el Nobel ya.
Mi alegría, que deseo compartir con todos vosotros y una ENHORABUENA más grande que la Giralda para todos vosotros(además de a ti, Mercedes, hago extensivo este comentario a todas y todos los demás afortunados, incluido Ramón, que ya estoy imaginando su enorme sonrisa).
Bikiños e apertas
Publicar un comentario