El relato "Otro punto de vista", de Felisa Moreno Ortega, ha sido seleccionado para formar parte de la "Antología Voces con Vida" como finalista del certamen de Cuento Breve Salón del Libro Hispanoamericano Ciudad de México.
Han participado más de 1.400 cuentos procedentes de diversos paises de Hispanoamerica.
"Otro punto de vista" es un relato que describe una situación de malos tratos desde la óptica del maltratador.
Otro punto de vista (Felisa Moreno Ortega)
(Finalista Certamen Salón Libro Hispanoamericano México)
Ha vuelto a hacerlo, papá; ayer se levantó con esa mirada orgullosa, desafiante, embravecida. La mañana en la oficina se me hizo insoportable, a la una le dije al jefe que me encontraba mal y regresé a casa antes que ella. Llevaba puesto el vestido azul, el prohibido, noté un ligero temblor en su voz, mientras tejía una estúpida disculpa, que si el café sobre la blusa, que si no le quedaba tiempo para planchar. No puede salir a la calle con ese escote y pretender evitar las miradas obscenas de los hombres. Tiene buenos pechos, ya sabes, redondos y blancos como hogazas de pan tierno y esas piernas que se asientan firmes en el suelo, columnas griegas que desafían la gravedad y el paso de los años. Sigue siendo bella la puñetera, sigue desprendiendo ese halo seductor que tanto me atrajo cuando la conocí. Eso que ahora le compro yo la ropa, pero ya se las apaña para dejar desabrochado algún botón o remeter el bajo de la falda.
Tenías que haberla visto, papá, ese vestido ajustado a juego con sus ojos, esas motitas canela en su escote de nieve. Logró excitarme, me acerqué a ella dispuesto a perdonar su desobediencia pero vi el asco en su mirada y noté el frío en su piel. Entonces, ¿para quién se había puesto esa ropa?, ¿a quién pretendía seducir? La golpeé hasta doblegarla, hasta que se entregó, hasta que comprendió que es mía, que siempre lo será.
Esta mañana se ha mostrado mucho más dócil, como una corderita. Le he pedido primero que se maquille con cuidado; mejor aún, que no salga a la calle. Ha asentido con la cabeza, en silencio, la muy zorra se hace la víctima. No entiende que la paliza ha sido provocada por ella con su actitud, con su desobediencia. ¿Y esos ojos azules?, aún no ha aprendido a llevarlos bajos, son imanes incandescentes, temo que atraigan a otros hombres tanto como seducen a mí. Ya sabes que veces los golpeo porque no puedo soportar ese brillo, imaginar que sus pupilas reflejan el rostro de otro. Ella oculta los morados tras unas gafas oscuras cuando sale a la calle, así me siento más tranquilo, los sé míos.
No creas que disfruto pegándole, pero con su actitud no me deja otra alternativa, aunque debo ir con cuidado, ya sabes lo mal visto que está eso ahora. En tus tiempos no era así ¿verdad?, tú podías hacerlo con impunidad, te vi muchas veces, incluso por la calle. Al principio, cuando sólo era un niño, me costaba entenderlo. No comprendía por qué tirabas a mamá por las escaleras o la arrastrabas por el piso cogida del pelo o la pateabas delante de nosotros. Ahora sé que lo hacías por su bien, como yo con Teresa. Son niñas pequeñas, traviesas y revoltosas y en nuestra mano está su educación. Son nuestras.
Desde hace unos días sospecho que conspira contra mí. Cree que puede engañarme, pero la conozco demasiado bien; está nerviosa, baja los ojos cuando nos encontramos y hay varias llamadas extrañas en su móvil. No me gustaría tomar medidas drásticas, aunque me temo que tendré que hacerlo. Cualquier cosa antes de permitir que me abandone, de convertirme en el hazmerreír de la oficina, del barrio. No te extrañes de que un día ella venga por aquí, a hacerte compañía. Si es así, espero que la cuides mientras yo estoy en la cárcel. Hasta el próximo domingo, papá.
Blog de la autora: http://felisamorenoortega.blogspot.com/
Página del concurso: http://www.semiotics.com.au/
3 comentarios:
Enhorabuena, Felisa. Aún no he leído nada tuyo, intento ir poco a poco, conociendo a este grupo de gente que, aparte de que me parecen muy buenos y dignos de imitar, me encuentro muy bien aquí entre vosotros. Es una alegría saber que alguien consigue alcanzar sus metas, algo de lo que se puede aprender y servir de ayuda; pero en este caso, de algún modo, ya siento como si yo me sintiera partícipe de vuestra alegría.
Un cordial saludo
Gracias XoseAntón, ya te he visto por el blog de algunos desvaneros, estás invitado al mío cuando quieras y seguro que tendremos ocasión para conocernos más.
Interesante, lo leeré!cómo pensará él? uhmm.
Besos
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