lunes, 3 de agosto de 2009

El Diletante. A voz en grito


[Habla Goethe:] “El diletantismo es noble, y quien es noble es diletante. Por el contrario, es vulgar todo lo que significa gremio y especialidad y profesión. ¡Diletantismo! ¡Malditos filisteos! ¿Habéis sospechado siquiera que el diletantismo está en estrecho parentesco con lo demoníaco y con el genio, porque no se encuentra ligado y no está creado; ver una cosa con los ojos frescos, el objeto en su pureza, tal y como es, y no como quiere la tradición que uno lo vea, y no como lo ve la chusma, que de todas las cosas, tanto físicas como morales, tiene sólo una imagen de segunda mano? Porque yo pase de la poesía a las artes y de éstas a la ciencia, y la arquitectura y escultura y pintura me sean tan familiares como la Mineralogía, Botánica y Zoología, tengo que ser un diletante. ¡Déjalo! De joven deduje observando la catedral de Estrasburgo que habían pensado darle a la torre una coronación de cinco puntas, y el plano lo ha confirmado. ¿Y no iba a poder hacer iguales estudios en la Naturaleza? Como si todo no fuera un conjunto, el Todo; como si no comprendiera uno algo de esto que tiene unidad, y la Naturaleza no se abriera a uno que es, él mismo, una Naturaleza...”

Carlota en Weimar
Thomas Mann

El Diletante

1 comentario:

L.N.J. dijo...

Una buena relfexión, sin duda. Diletar por los detalles más sencillos o ingeniosamente inteligentes, no tiene porque pertenecer a ningún gremio. Aunque hay que reconocer que algunas personas disfrutan de su profesión, o especialidad de manera altruista.

Me has recordado a Herman Hesse y su historia del sillón de mimbre, donde hace referencia muy bien a lo que comentas. Intentando esa fama profesional, con una devoción un poco frustrante; no consigue ni profesión, ni ser un artista...; sino una perspectiva de la situación poco aconsejable.

Y es que para estos genios a los que refieres, ya está la vida misma con sus encantos, llegar más allá depende de la devoción de cada ser, y de la forma que lo elija. Haga uso de tu talento o no, si es que desea hacerlo, claro.

Seamos naturales pues, como la naturaleza misma. ¿ O finge a veces, como lo hacemos nosotros ?.

Un beso Diletante.