Voy en bici.
Me pongo los guantes negros
que dejan mis uñas al aire
(para rajar los fragmentos de viento).
Me cuelgo la mochila
en la espalda
(con el libro de poemas dentro) y
me voy a leer al puerto.
En el camino, siento un ligero temblor en mi ceja izquierda que se
asemeja a una canción ronca de nana.
Es una mosca…
Muevo la mano, como agitando el aire.
Pero no se va.
Alargo mis pestañas hasta hacerle con ellas una sombra que la ahorque.
Pero sigue aferrada
a mi lunar,
esa laguna de piel oscura
que vive
(también)
sobre mi ceja.
Entonces oigo una voz. Muy dulce; tan de niño pequeño que casi tengo
que coser las letras para saber lo que dice:
déjame viajar contigo, por favor…
Sigo pedaleando mientras pienso que contestar.
Asiento con mi cabeza y ella, aprovecha un rizo de mi pelo para hacerse
con él una cama. Dormir junto a mi pensamiento…
Antes de bajarme en el banco donde leo cada día, experimento un
pinchazo en la sien (izquierda, donde ella coexiste desde hace un rato) y
siento como un finísimo hilo de suspiros va inyectándome dentro del
cerebro un montón de neuronas de colores.
Tranquila, fierecilla,
me dice,
he conectado tu cerebro con el mio.
Y así, leemos poesía juntas. Y si ella llora, lloro yo.
Compramos juntas el pescado y ella, (acostumbrada a lo rancio), hace que
pose mi mano en una cigala para disfrutar de la aún vida escurriéndose
en el mostrador.
He de volver a casa, le digo.
Pero quiero volverme sola. No podría vivir con dos cerebros…
De nuevo el pinchazo, sin un reproche. De nuevo mi rizo en la cara y mis
pestañas en mis ojos.
De nuevo mis hemisferios en su sitio.
Y un resto de sal en mi lunar.
Es el paleolítico
de su lágrima...
Yolanda Sáez de Tejada: Blog de la autora
4 comentarios:
Curiosa manera de describir la molestia que representa tener una mosca por la cara. Una poesía muy divertida.
Un abrazo
Ojalá lo hubiese vivido contigo, porque me hubiese reído a carcajadas limpias; y es que esa parte de niña que te caracteriza me encanta.
No la pierdas Yolanda, así siempre acudirán las moscas a tí, porque las personas que ya se hacen muy mayores por dentro, acaban matándola a palmetazos limpios.
vale, si acude una mariposa, mejor; ! que le vamos a hacer !.
Un besazo.
gracias a las dos por vuestros comentarios... He estado de viaje y no he podido contestar. tenía que hacer limpieza en la luna y eso siempre lleva trabajo...
gracias Lnj, tus mensajes son siempre muy lindos.
Pero qué lindo, Yolanda! No había podido leerlo hasta hoy, pero me parece una maravilla.
Felicidades.
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